Cuando compramos un jersey de lana, desearíamos que siempre estuviera como nuevo. El tiempo y los lavados pueden estropearlo llegando incluso a hacerlo inservible. Si aprendemos a lavar la lana en casa con los productos adecuados y aplicando un método correcto, puede preservar sus jerséis perfectos ya desde la primera semana en que se los ponga. ¡Descubra cómo!

La lana es una de las fibras más preciadas y queridas que nos da la naturaleza por sus características de calor, suavidad y resistencia al uso. Pocas prendas nos inspiran tantos sentimientos de amor y protección como un cálido jersey, y precisamente por ello, ésta suele ser una prenda objeto de regalo a las personas queridas.

La lana es una fibra animal formada por finas capas de queratina compuestas por filamentos muy similares a los de los cabellos humanos.

Precisamente al igual que nuestros cabellos, estas fibras deben cuidarse con atención, no es suficiente un “champú” sino que necesitan un tratamiento de belleza completo con acondicionador y una periódica mascarilla, que las regenere hasta la trama. Para que nuestro jersey quede perfecto tenemos que adquirir productos que nutran las fibras para que permanezcan hidratadas, luminosas y lubrificadas de modo que se deslicen entre sí, sin que se creen desagradables bolitas … y mejor todavía sin que queden afectadas por el efecto fieltro. Pocas reglas de oro, y un poco de amor, son suficientes para lavar en casa, e incluso a máquina, también las prendas más preciadas.

Para el lavado elija sólo detergentes líquidos para lana con un pH neutro, y enriquecidos con proteínas vegetales que mantengan la fibra hidratada y elástica. Evite los detergentes genéricos “para prendas delicadas” y elija un producto específico de excelente calidad como Nuncas Lava Lana Delicada.

Si tiene manchas, mejor dejarlo en remojo durante 10 minutos en agua fría, frotando delicadamente y comprimiéndolo para facilitar la absorción del detergente. Hay que evitar siempre los cambios bruscos de temperatura, que estresan la fibras y causan el efecto fieltro inmediato. Aclare bien el jersey para evitar que queden residuos de detergente que podrían endurecerlo y añada siempre al último aclarado un acondicionador específico para lana como Nuncas Balsamo Delicado Lana que lo mantendrá suave, protegido contra la absorción de manchas y ayudará a prevenir el efecto fieltro y a reducir la formación de las antiestéticas bolitas.

Periódicamente (es suficiente una vez cada 4 lavados) regale a su colada más preciada un valioso tratamiento de auténtico centro de belleza con un remojo en una loción reestructuradora que relaja y nutre las fibras, eliminando las marcas del efecto fieltro y recuperando incluso hasta una talla.

El secado es fundamental. Resista a la tentación de colgar los jerséis de lana todavía mojados, los deformaría de modo irreparable. Es mucho mejor escurrir el agua en exceso con una esponja y extender una toalla sobre el tendedero para evitar las marcas de los alambres. También en este caso, evite los cambios bruscos de temperatura, las fuentes directas de calor o las temperaturas rígidas del invierno: ¡sus prendas podrían quedar afectadas por el efecto fieltro incluso después del lavado! El planchado es el toque final para un lavado perfecto. Elija el programa para prendas de lana de su plancha y utilice siempre un poco de vapor que relajará las fibras más rápidamente. Interponga entre la plancha y su prenda un paño de algodón, para evitar el calor directo. Planche mejor los jerséis del revés para evitar el riesgo de “abrillantar” las fibras – de modo irreparable.