Las piezas de antigüedades forman parte de nuestra tradición, pero significan también amor por las cosas que han pertenecido a quien ha vivido antes que nosotros. Cuidar un mueble que no es solo “viejo” sino con una historia que contar es fácil y nos da mucha satisfacción.
El amor por las antigüedades no es inmediato, sobre todo si se viene de una familia con la pasión por el diseño, para la que la modernidad y el minimalismo son los valores más importantes que deben quedar plasmados en la decoración de la casa. Pero en mi caso, al cumplir los 35 años, empecé a sentir una cierta atracción por los muebles antiguos con una historia que contar y – desde ese momento – mi amor por las antigüedades me llevará de mercadillo en mercadillo en busca de piezas originales. Muy a menudo lo que hace saltar la chispa puede ser el mueble heredado de la abuela, o bien, un viejo mueble guardado en el desván que, por varios motivos, nos acordamos de que existe en ese momento. Tenemos que observarlo bien. En realidad no es “viejo” sino “antiguo”. Su aspecto es magnífico visto bajo una adecuada luz y hace falta realmente poco para cuidarlo de modo correcto. Pero dónde colocarlo para valorizarlo, porque él mismo, por sí solo, puede cambiar verdaderamente el aspecto de una habitación. No es cierto que las antigüedades están bien solo en las casas clásicas y ya decoradas con piezas antiguas. Al contrario, un buen diseñador de interiores es el que sabe mezclar con gran sabiduría objetos nuevos y antiguos, creando una mezcla única que hace especial un ambiente. Las piezas más fáciles de colocar son sin duda las cajoneras, los armarios con doble puerta de tipo alacena y los cabezales de la cama, porque no necesitan otros complementos para ser valorizados. Más difícil es, por el contario, colocar sillas (deberán ser bastantes y combinar bien con una mesa) o bien sillones, con un tejido que podría chocar con el de las cortinas. Espejos, lámparas y puertas son fáciles de introducir en ambientes incluso modernos y pueden crear un aspecto mágico en una pared vacía o lisa. Un solo mueble antiguo por habitación, normalmente, es la regla general para quien empieza a interesarse por este tipo de decoración – y verá como da un toque clásico y elegante, pero sin cargar el ambiente. Colóquelo de modo que domine la habitación, no lo esconda detrás de otros: la belleza auténtica de estas piezas únicas de decoración nace precisamente de su colocación en el centro de la escenografía.
Una vez comprado o heredado, tendrá que limpiar el mueble. La primera limpieza básica consistirá en quitarle bien el polvo – muy a menudo la madera antigua tiene muchas taraceas y labrados, y es allí donde hay que quitar bien el polvo. Una vez eliminado hay que ver qué tipo de restauración casera es necesaria – sí, esto es precisamente lo más bonito de ir por los mercadillos, podrá después divertirse haciendo renacer uno de estos objetos usted mismo. Si está un poco rayado o presenta zonas descoloridas, es necesario aplicar un buen aceite impregnante (Nuncas propone Livax Olio Restauratore de su gama Livax) y pasarlo por las superficies a tratar. Hay que elegir el color que mejor vaya a sus necesidades – los pigmentos contenidos en el aceite restaurador eliminarán las rayas o señales del desgaste. Con una única acción nutrirá en profundidad su mueble, hidratando la fibra de la madera y restableciendo el nivel natural de humedad que lo hace resplandecer con luz propia. Ahora, su mueble estará listo para presentarlo al público. Como sabe, sobre todo de invierno, la calidez que desprenden los muebles antiguos puede hacer acogedor cualquier ambiente y atmósfera, por tanto, ¿por qué no aprovechar esto y organizar una pequeña fiesta de “show off”? Si su mueble está bien protegido no deberá preocuparse de las manchas o huellas y podrá hacer de anfitriona con total tranquilidad.
Pero ahora ocupémonos de la limpieza diaria: por supuesto que una vez que lo instalemos en casa, su mueble antiguo deberá protegerse contra el uso diario y el peligro de pequeños accidentes, a fin de cuentas ha ido a parar a su casa después de tantos años y su deber debería consistir en pasarlo a su vez a otras personas en buenas condiciones. Si el mueble es de madera, es necesario protegerlo sobre todo con una buena cera. Nuncas propone siempre de su gama Livax una práctica Livax Cera Lucidante, que puede usarse en todo tipo de muebles de madera, valiosos y antiguos. Se aplica rápidamente y se pasa con un paño suave – será el gesto de amor que dará a sus muebles más bellos y valiosos.