También este otoño-invierno 2023, las prendas de lana han pasado directamente de las pasarelas de alta costura a nuestros armarios. Los cálidos y confortables cárdigans, jerseys, chalecos oversize y vestidos de punto nos permiten una vez más vestir superglamurosas sin renunciar a la comodidad. Precisamente porque son tan populares entre los clientes, las casas de moda siguen proponiéndolas año tras año. Son y serán prendas atemporales, que no pueden faltar en nuestro armario.

Pero si esta tendencia no cambia, la lana tiende a cambiar de aspecto con el tiempo: pierde suavidad y alguna talla, y se llena de bolas que afectan a su belleza natural. Sin embargo, no es el tiempo su verdadero enemigo, sino el uso de detergentes agresivos y la exposición continua a temperaturas extremas (demasiado frío o demasiado calor). Conozcamos, pues, todos los secretos de esta fibra textil y cómo cuidarla para conservar a lo largo de los años esas características que la hacen tan popular.

 

¿Qué es la lana y cuántos tipos existen?

La lana es una fibra textil de origen animal, obtenida principalmente del pelaje de ovejas, camélidos y conejos. Existen varios tipos, dependiendo del animal del que se produzca.

  • La más común es la lana merino, procedente del pelaje de la oveja merina, una raza de origen español que ahora se encuentra en todas partes.
  • El cachemir también es muy popular porque es especialmente cálido y suave. Se produce a partir del pelo de la cabra hircus, originaria del Tíbet, pero también está muy extendida en otros países asiáticos como China, India e Irán. Es probablemente uno de los tipos de lana más valiosos.
  • El angora es muy especial porque se produce a partir del pelaje de un conejo y no de una oveja, como en los otros casos. El animal se esquila cada tres meses. El resultado es una lana muy fina y suave, adecuada para la confección de ropa infantil y ropa interior cálida.
  • La lana mohair, tan suave como la seda, se obtiene de la cabra de Angora.
  • Por último, tenemos los tipos de lana menos conocidos en nuestro país y raros, producidos a partir del pelaje de los camélidos (camellos, dromedarios, alpacas y llamas), perros, yaks y antílopes.

Sea del tipo que sea, la lana siempre está compuesta principalmente por filamentos de queratina, con una estructura muy similar a la del cabello humano. Hay una cutícula exterior que protege la corteza y una médula central. Por tanto, al igual que ocurre con el cabello, para salvaguardar la belleza de la lana y evitar su afieltrado es necesario cuidarla, sometiéndola periódicamente a una auténtica rutina de belleza.

 

Aprenda a amar de verdad sus prendas de lana

Amar significa ocuparse del prójimo día tras día y sacrificar parte del propio tiempo. Probablemente esté acostumbrado a meter toda su ropa de lana en la lavadora, junto con otras cosas, utilizando cualquier detergente, corriendo el riesgo de estropearla irremediablemente con cada lavado. Una vez que esto ocurre, las cambia sin pensarlo dos veces. Pero si desea alargar considerablemente la vida de sus prendas de lana, probablemente tendrá que cambiar la forma de lavarlas y secarlas.

De hecho, estas fibras sufren mucho los choques térmicos y químicos: para evitar que se afieltren progresivamente, volviéndose cada vez más rígidas, es necesario lavarlas siempre en agua tibia y utilizando un detergente líquido específico para lana con pH neutro. Por lo general, la mayoría de los detergentes para prendas «delicadas» no contienen todas las sustancias hidratantes necesarias para mantener intactas la elasticidad y la suavidad de la lana. Por eso, Nuncas ha ideado Wool 1, un auténtico champú para la lana, que la nutre a la vez que la limpia en profundidad. Su fórmula a base de proteínas de trigo está pensada para tratar cualquier tipo de lana, desde la más comercial hasta el cachemir más fino.

Después del lavado, sin embargo, las fibras de lana quedan «desnudas» y más expuestas al ataque de los agentes externos, al igual que ocurre con el cabello después del champú. Por lo tanto, la acción de Wool 1 debe reforzarse con Wool 2, el tratamiento acondicionador para después del lavado, que lubrica las fibras y cierra las cutículas recompactándolas. Tras su uso, la lana quedará finalmente impermeabilizada y ya no absorberá el sudor ni las manchas, manteniendo esa sensación de limpieza durante más tiempo. Además, la proteína de trigo hará que el tejido sea más resbaladizo, evitando el afieltrado y la formación de bolas.

He aquí cómo utilizar estos productos de la forma más correcta:

  • lavado a mano  consulte la etiqueta de Wool 1 y vierta la cantidad necesaria de detergente en una palangana con agua tibia. Mueva las prendas con movimientos circulares y déjelas en remojo durante unos minutos. En caso de manchas, frote ligeramente el producto sobre la mancha que desea limpiar. Por último, aclárelo todo bien y al final añada un poco de Wool 2, dejándolo actuar unos minutos. Aplique unaligera presión sobre las prendas para facilitar la absorción del acondicionador. Por último, saque las prendas de lana del agua y elimine el exceso, sin aclarar más, prestando atención a las fluctuaciones de temperatura.
  • en la lavadora ponga la cantidad adecuada de Wool 1 en el cajón de la lavadora, y Wool 2 en lugar del suavizante. A continuación, introduzca las prendas en el tambor y elija el programa adecuado para la lana, con temperaturas no demasiado altas y un centrifugado suave que «acune» las prendas hasta eliminar el exceso de agua. Si es necesario, primero debe eliminar las manchas  de su prenda a mano, utilizando Smackia Col, un tratamiento previo que higieniza los tejidos y elimina halos, manchas de comida o maquillaje, evitando frotar en exceso.

Una vez escurridas las prendas con cuidado, absorba el exceso de agua con un paño esponjoso; a continuación, coloque un paño en el tendedero y colóquelas encima para evitar que se formen marcas. Tender las prendas de lana recién lavadas con las pinzas provocaría su deformación: es, por tanto, una mala costumbre que debe abandonarse. Mantenga también las prendas alejadas de la luz solar directa o de temperaturas demasiado frías.

Al final del tratamiento, podrá volver a ponerse su jersey, chaleco o vestido de lana, recuperando la suavidad de la primera vez. El delicado aroma de cassis lo hará aún más agradable.

 

Descubra la mascarilla de belleza para la lana

De vez en cuando, regale a sus prendas de lana un mimo extra, gracias a Sfeltro, el tratamiento reestructurante  para lana, cachemir y angora (aunque estén combinadas con la seda). Este producto actúa sobre las fibras de lana exactamente igual que una mascarilla de belleza, proporcionando una bomba de nutrición a las prendas estresadas por los lavados y el paso del tiempo.

Después de verter la dosis de Sfeltro indicada en el envase en una palangana con agua tibia, deje actuar el tratamiento durante 15 minutos, removiendo las prendas de lana de vez en cuando. El masaje permite que el producto penetre profundamente en las fibras, disolviendo los nudos, hasta recuperar una talla más. Además, el tratamiento permite la caída de las células muertas (las antiestéticas bolitas) y la regeneración de las fibras textiles, que recuperan volumen. Utilizando la mascarilla periódicamente (aproximadamente una vez cada cuatro lavados), evitará el afieltrado natural y prolongará la vida de sus prendas de lana favoritas.

Dedique más tiempo a las cosas que ama: se lo devolverán quedándose más tiempo con usted, calentándole, invierno tras invierno, con un cálido abrazo.

 

  1. Sfeltro
  2. Wool 2
  3. Wool 1