Grande o pequeña, una terraza donde se pueda colocar una mesa y algunas sillas para cenar al aire libre durante el buen tiempo es una magnífica (y muy útil) prolongación de la casa. Las tendencias más modernas sobre reformas de interiores proponen de nuevo hoy en día una idea vintage que hace muy “british” y puede resolver con gracia e inteligencia numerosos problemas de espacio: el jardín de invierno. En un principio nació como jardín de invierno que representaba más bien una extensión entre la residencia y el “jardín” de los grandes palacetes ingleses, el conservatorio hoy en día es una solución muy flexible y apta sobre todo para embellecer de un modo efectivo los espacios muy pequeños. Si su versión grande es espectacular, la versión “mini” – con una extensión solo de dos metros cuadrados – es la más inteligente a adoptar, porque consigue añadir verdaderamente un ambiente a la casa, haciendo funcional ese balconcito que antes quizá solo se usaba para las escobas. En pequeño, el conservatorio es una solución y muy a menudo no es cara y se puede utilizar (con los debidos permisos) para cubrir de modo parcial o total terracitas o verandas, creando espacios protegidos que pueden quedar “abiertos” si es necesario con la misma facilidad con la que se abre una ventana. Realizados sobre todo en hierro forjado y cristal, son estructuras muy ligeras a simple vista que permiten a los habitantes de la casa y a sus invitados disfrutar de la terraza y de sus vistas durante muchos meses al año – es decir, ya a partir de marzo, cuando las tardes se van alargando, pero las temperaturas son aún un poco bajas para permitirse tener invitados al aire libre. Los modernos conservatorios están realizados con paneles modulares que, muy a menudo, pueden esconderse (incluso parcialmente) en pleno verano o simplemente quedar abiertos. El techo transparente (al igual que las paredes) deja pasar toda la luz pero protege sus decoraciones, por tanto, la terraza puede embellecerse con una alfombra, una mesa de madera, cojines y tapicerías que no teman la lluvia o la contaminación, ¡pudiendo contar con un eficaz cobijo diurno que simplifica mucho su vida! Otros elementos de decoración esenciales pueden ser unas cortinitas blancas (de esas que se compran en las tiendas especializadas en bricolage, que se lavan fácilmente a máquina y que se pueden colgar con simples lacitos) – que serán muy útiles para protegernos del sol y quedan muy bonitas. El lujo entre los lujos, en la terraza o en el patio, es una bonita lámpara de techo. Hoy en día es muy fácil encontrar lámparas en forma de araña de pequeño tamaño a un precio bastante bueno y – si su miedo es mantenerla y limpiarla – sepa que Nuncas tiene un producto especial, Limpieza Delicada Lámparas, un producto casi mágico que se rocía sobre las lámparas de techo en forma de gota y captura por sí solo la suciedad escurriéndose hasta el suelo.
Recibir a los amigos al aire libre es uno de los placeres más grandes de la vida que se puede hacer en casa: si organiza bien su espacio notará que es también muy relajante, porque es algo informal. Optar por el conservatorio le permitirá protegerse de la lluvia si ha preparado algo a última hora y no se deberá preocupar del viento o de los insectos, pudiendo además modular como lo desee la apertura a la ciudad o al campo. Si en el último momento se da cuenta de que hace frío puede cerrar algunas puertas de cristal, o si, por el contrario, la noche es templada y agradable, puede abrirlas completamente, para pasar una noche mirando a las estrellas.
Muy bonitos instalados en los grandes patios en el campo, son la verdadera innovación para las pequeñas terrazas de la ciudad, porque amplían la casa con algunos metros cuadrados convirtiéndose inmediatamente en un lugar para el relax, la lectura y las relaciones sociales. Si tiene bastante espacio instale en la terraza también una alacena para guardar platos y vasos, o una consola para contener los objetos para un buffet: serán muy útiles para organizar las cenas de primavera.
Obviamente antes de cerrar la terraza con estas estructuras, aunque no sean permanentes, es necesario evaluar con la comunidad de propietarios o con el Ayuntamiento las posibles restricciones y las autorizaciones que tienen que obtenerse para realizarla. Los conservatorios se consideran estructuras móviles, por tanto, no requieren grandes permisos, pero su comunidad de propietarios podría tener reglas especiales incluso sobre toldos, etc. Por tanto, hay que examinar dichas reglas. ¡Una vez obtenido el permiso, podrá proceder y después se preguntará cómo no se le había ocurrido antes una idea tan genial! Para cuidar y limpiar dichas estructuras, tratándose principalmente de materiales de hierro y cristal, será suficiente utilizar un detergente multiuso y un producto específico para cristales, por ejemplo, Limpiador Desengrasante Multiusos y Limpiador Express Cristales de Nuncas.