El salón es el espacio donde la familia se reúne y se relaja, donde los invitados se sientan cuando nos visitan: una habitación que habla de nosotros y que la madera – un material bonito y tradicional – puede decorar y hacerla distinta. Una gran mesa lisa y de madera bruta, o bien un mueble de principios del siglo XX taraceado, pero también decoraciones modernas de madera lacada: cambian el look de nuestros ambientes y decoran al instante. Cuidarlos es fundamental para mantenerlos bonitos y preservarlos durante mucho tiempo.
Para saber cómo limpiar sus decoraciones de madera deberá, ante todo, dividirlas por tipos: madera barnizada o madera natural. Los muebles de madera barnizada son, normalmente, los de fabricación moderna. El barniz que los recubre los hace impermeables a las manchas y a la humedad, por tanto, el mantenimiento de estos muebles se limita a la limpieza. Lo importante es utilizar productos no agresivos, que preserven, por tanto, tanto el acabado (brillante o mate) como el color de la madera. Para la limpieza diaria puede usar un paño limpio, ligeramente húmedo o seco – sólo para quitarle el polvo. Para eliminar, por el contrario, las huellas de dedos (que son grasas) o huellas de todo tipo o pequeñas manchas que pueden estar causadas por salpicones (por ejemplo, en las puertas de los muebles de la cocina) utilice un producto spray multiuso como Casa 9 Desengrasante Multiusos de Nuncas, en su fórmula apta para la limpieza diaria (existen en tres distintas concentraciones, para la limpieza diaria, resistente e incrustada). Si el acabado es brillante es útil pasar de vez en cuando (es suficiente una vez cada diez días) una cera spray como Livax Cera Lucidante que restablezca el brillo y ayude a proteger la superficie de posibles rayas. Si la madera es natural, es decir, no barnizada, el primer problema de mantenimiento después de haberle quitado el polvo es nutrirla en profundidad para que pueda impermeabilizarse, de modo que se eviten daños producidos por manchas, pero también para que no se agriete y no pierda luminosidad. La rutina de limpieza diaria prevé el quitar el polvo con un paño limpio y seco. Si es necesario, quizá dos veces a la semana, puede pasar una cera spray para madera, como Livax Cera Lucidante, que elimina rápidamente el polvo y vuelve a abrillantar la superficie; o bien, un aceite protector antiestático como Livax Olio Protettivo.
Para nutrirla, cuando el mueble es nuevo y después posteriormente cada seis meses como rutina de mantenimiento, deberá tratarla con un aceite nutritivo como Livax Olio per Teak, que impregna las fibras de madera exactamente como haría de forma natural una resina, manteniéndolas elásticas e hidratadas: ¡una crema de belleza que ayuda a mantener sana su madera!
Para proteger la superficie del uso continuo, contra rayas, pequeñas marcas y la acción de la calefacción de casa, puede utilizar Livax Cera Solida impermeabilizador, que impide la absorción de manchas y polvo. Por último, hay que resolver la eterna cuestión de la carcoma. Si la madera es maciza, tanto si está barnizada como si no lo está por fuera, deberá protegerla de los posibles nidos de estos antipáticos animalitos, que podrían ser la causa de esos irremediables agujeritos. Para ello, aplique un líquido anticarcoma sobre la parte no barnizada (generalmente el interior del mueble y la parte inferior de las mesitas). Será suficiente efectuar el tratamiento dos veces al año para acabar con el peligro (puede hacer lo mismo con las vigas del desván).
Hay que prestar una especial atención a los muebles taraceados y cincelados – deberán estar limpios incluso en los intersticios más pequeños, porque precisamente allí se anida el polvo. Un cepillo muy suave es lo ideal para quitar el polvo, la cera spray es la solución más cómoda para llegar incluso a los espacios más pequeños. Su salón tendrá así una agradable y fresca fragancia y mantendrá inalteradas a lo largo del tiempo sus eternas características de brillo y belleza, como solo la madera sabe dar.