¿Por qué casi todos, al final, acabamos lavando la vajilla a mano, después de haber usado el lavavajillas? Por la costumbre, errónea, o un resultado imperfecto. He aquí como resolver el problema. El lavavajillas es un electrodoméstico muy difundido y, sin embargo, quien lo tiene, muy a menudo acaba lavando a mano los platos y los vasos antes de introducirlos en el cesto “porque de lo contrario no quedan limpios” o después de haberlos lavado “porque ha quedado algo pegado y para eliminar las huellas”. Una situación que se traduce en pérdida de tiempo, agua y esfuerzo. Eliminar los restos de alimentos de los platos y quitar las incrustaciones de las cazuelas antes de cederlos a la automatización es una praxis correcta, y el único modo para no obstruir el filtro del lavavajillas y tener que lavar al final también éste y llamar al técnico. Pero hay que hacerlo sin jabón, simplemente eliminando lo grueso con un tenedor, sin enjuagarlos ni lavarlos. Desengrasar no es útil, al contrario, puede exponer la vajilla a una acción excesiva del detergente de lavado que, al no encontrar suciedad que quitar, acaba por atacar las superficies más delicadas de cristal o acero. Son suficientes unas cuantas operaciones para colocar de modo correcto los platos, los cubiertos y los vasos en los cestos del lavavajillas: no es una manía de ama de casa perfecta, sino el único modo para utilizar el electrodoméstico de modo proficuo, exponiendo el contenido a lavar a los chorros de agua enjabonada. Los vasos no girados se llenan de agua sucia, los cubiertos amontonados unos sobre otros no se lavan perfectamente y los platos apoyados en “plano” crean una especie de paraguas de protección del que se encuentra más abajo, que quedará sucio. Los chorros hacen el trabajo “sucio”, constituyendo aprox. el 75% de la acción limpiadora del electrodoméstico, y actúan con una serie de fases de remojo, lavado y aclarado a distintas temperaturas y potencias.
El detergente hace el otro trabajo, fundamental, de limpiar el 25% de lo que queda, que significa pringue, incrustaciones residuales, huellas y olor. Eliminar los restos de alimentos visibles no es suficiente, y sin un buen detergente incluso el mejor lavavajillas podría no dar un resultado excelente. Un buen detergente es una adecuada combinación entre fuerza limpiadora, resultado brillante e higiene, evitando además tener que aumentar la temperatura del agua – decisión antieconómica y no ecológica. El Detersivo in polvere Nuncas posee una fórmula especial de “Aclarado total” que garantiza la completa eliminación de la vajilla de suciedad, pringue pero también de restos de detergente, dejando los platos y vasos perfectamente limpios y espléndidos incluso a 45°. Lo importante es dosificar correctamente y seguir los consejos indicados en la etiqueta, exagerar no sirve para nada. He aquí el porqué también Nuncas propone un detergente en versión predosificada. Stovilnet Detersivo in Pastiglie per Lavastoviglie Nuncas es un producto de última generación específico para la vajilla, compuesta por objetos de cristal y cubiertos, que puede perder el brillo a lo largo del tiempo. Lavado tras lavado un detergente normal es perfecto para el resto de platos y cazuelas, pero es demasiado agresivo para estas superficies delicadas, corroyéndolas y haciéndolas mates. El Stovilnet Detersivo in Pastiglie per Lavastoviglie Nuncas, por el contrario, está enriquecido con enzimas que se “comen” la suciedad sin estropear el cristal o la cerámica y que actúan perfectamente ya a 45°. Si la dosis de una pastilla es demasiado para un lavado de media carga o para vajillas poco sucias, se puede romper en dos la pastilla y guardar la mitad para otro lavado. Es de puro detergente concentrado, y no contiene abrillantador ni sal en su interior, por tanto, ¡se puede hacer sin problemas! En polvo o en pastilla, el detergente adecuado puede resolver este tipo de problemas que se nos presentan diariamente. ¿Pero en el caso de vajillas valiosas o, al contrario, de fuentes y cazuelas en mal estado? También en este caso lavar a mano y frotar podría no ser la solución correcta, al contrario.
Cuando el problema son las cocciones asadas o incrustaciones potentes, utilizar las esponjas abrasivas podría significar tirar los revestimientos de las cazuelas junto con el agua sucia. En estos casos se puede utilizar un pretratante, útil para evitar largos remojos o frotar esmaltados de teflón o de cerámica delicada. Disincrostante Stoviglie Nuncas le ayudará rociando solo una vez solo donde es necesario, actúa rápidamente y disuelve también la suciedad más resistente, antes de un auténtico lavado, pero que depende de la potencia del agua.