No se puede resistir a su mágica velocidad: son suficientes algunos segundos sin ensuciar nada y – voilà – lo que has introducido se descongela, o bien se cocina o simplemente se calienta. Práctico, ¿verdad? Indispensable ya en muchas cosas – hay quien lo utiliza para hacer todo (incluso el arroz) y quien se limita a calentar el agua para el té, ya en la taza.
El horno de microondas ha entrado en las cocinas de los italianos desde hace poco más de diez años: imbatible por su practicidad, y hoy en día también por su buen precio. Es suficiente practicar un poco, dicen los apasionados, y conseguiremos que haga todo en poquísimo tiempo. Su funcionamiento es milagroso, debido a las microondas que “agitan” las moléculas de agua contenidas en los alimentos, provocando el efecto de calentamiento y, por tanto, de cocción de los alimentos. Un método rápido y seguro, que tiene sólo un problema: la limpieza del horno. Si el calor de la llama de los hornos tradicionales garantiza un efecto de esterilización uniforme del interior debido a las altas temperaturas, las microondas en acción están concentradas en la parte central del horno, no alcanzan nunca las esquinas y las partes más bajas – por tanto el interior del horno no se higieniza automáticamente al utilizarlo.
Debido a la agitación de las partículas, es normal que algunos alimentos exploten durante la cocción y que, dado el tamaño reducido del horno, la densidad de vapores sea siempre altísima. Precisamente estos dos elementos, vapores que se desprenden y numerosas salpicaduras no todas visibles, se propagan depositándose en las paredes internas formando nidos de bacterias y residuos – al menos hasta la limpieza intensiva y específica.
Sobre todo, en las esquinas y en la zona escondida debajo del plato giratorio o entre las rejillas superiores, las bacterias llevadas por los alimentos proliferan a sus anchas – ¡en un clima caliente y húmedo, garantizado por el calor de la cocción y el vapor desprendido! Todos los hornos están dotados de un ventilador aspirador, pero funciona sólo durante la cocción. Terminado el uso, deje entreabierta la puerta durante algunos minutos para hacer evaporar de modo natural toda la humedad interna.
Después, para garantizar a su microondas una limpieza, de modo seguro, es conveniente utilizar un detergente específico como Nuncas Micro onde, que consigue eliminar las colonias de bacterias sin estropear los materiales de las paredes internas y externas. Para un resultado eficaz es aconsejable lavar, en todo caso, tanto el plato como la base giratoria (incluso en el lavavajillas) e introducirlos perfectamente secos en el horno.