El mantel hecho a mano, que teme siempre manchar, será el punto destacado de la mesa para las fiestas este año – con nuestros consejos podrá conservar siempre su belleza originaria y mantenerlo intacto para las generaciones futuras.

La decoración de la casa al igual que la ropa, se presenta en colecciones por temporadas y sufre la influencia de las distintas tendencias en los colores y tejidos. Para la Navidad, cada año, los estilistas proponen nuevas ideas, pasando del total-white al rojo escarlata, o del azul cobalto a los bordados coloreados: si quisiéramos “seguir las tendencias” deberíamos comprar un mantel nuevo cada año. Pero ya se sabe, el verdadero estilo es precisamente el que no pasa nunca de moda y que, como si se tratara de una petite robe noire o de un collar de perlas, es siempre elegante generación tras generación. Con los tejidos de casa sucede exactamente lo mismo y la ropa de casa de la abuela o el viejo mantel de encaje son mucho más fascinantes que la última propuesta de moda con colores demasiado llamativos. El lino es un evergreen, una paleta blanca sobre la que podemos plasmar nuestro estilo personal con nuestros propios “accesorios”: un candelabro de plata, vasos de cristal, platos con colores llamativos o ton sur ton en un cándido blanco. No tengan miedo de manchar la pieza más destacada de su “armario”, ¡las grandes ocasiones son precisamente las adecuadas para lucir las cosas más bonitas que tenemos! Los manteles y servilletas pueden ser simples, decorados solo con un borde a la vista hecho a mano o espléndidamente enriquecidos con encajes y puntillas de gran valor: sobre todo, podemos recobrar la belleza original de los viejos tiempos simplemente con la ayuda de la lavadora. Para eliminar el aspecto gris, el amarilleo o las marcas de los pliegues, que se forman en las prendas guardadas en el armario durante mucho tiempo, es necesario un detergente delicado pero con un elevado poder limpiador. El lino y el algodón son tejidos resistentes pero los encajes y bordados son delicados y podrían estropearse con lavados a altas temperaturas: por tanto, es mejor siempre lavar con un detergente eficaz ya a 30° que no ataque las fibras. Elija un ciclo de lavado delicado y en caso de que haya bordados o puntillas protéjalos del contacto con el tambor, introduciendo su prenda en una funda o en una específica bolsita para lavado.

Pasión por el Blanco detergente es el detergente perfecto para toda la colada, elimina la suciedad y aporta un nuevo esplendor a los tejidos blancos, eliminando los posibles rastros grisáceos de pliegues gracias al elevado contenido en blanqueadores ópticos. Ideal para eliminar de la ropa de mesa las manchas proteicas y las derivadas de azúcares y almidones (como las de la mayoría de los alimentos), Pasión por el blanco detergente es el as de la manga para el lavado a realizar después de las comilonas de Navidad: ya no deberá preocuparse de los invitados que manchan el mantel porque con él podrá eliminar todo tipo de manchas –¡incluso las más resistentes de los grandes banquetes de las Fiestas!

Si los manteles, centros de mesas u otro tipo de tejidos para la casa son realmente antiguos, demasiado amarillos, es necesario seguramente un tratamiento “extra” con un producto específico: Sbianca Tende es un aditivo líquido profesional para cortinas, manteles y sábanas, ideado precisamente para que los tejidos, si, aquellos que ya pensaba que no podía volver a utilizar, recobren el blanco absoluto. Su fórmula exclusiva aporta a las fibras el blanco originario incluso en los casos en los que los detergentes y los blanqueadores ópticos no son suficientes. Solo tendrá que añadirlo al detergente normal y poner en marcha un ciclo de lavado en frío, ya que actúa incluso a bajas temperaturas. O bien, si las prendas están limpias y solamente necesitan una mascarilla revitalizadora, puede diluir Sbianca Tende en agua y dejar las prendas en remojo para que recobren de nuevo su cándido blancor.