Horst Rechelbacher escribió “el cuarto de baño es un refugio, un lugar especial donde puedes pensar con calma y tranquilidad, reflexionar o meditar”. ¿No sería un sueño pensar que uno, al volver a casa y abrir la puerta del cuarto de baño, puede refugiarse en una pequeña spa privada? Un lujo para el cuerpo y también para el alma, pero también la última tendencia en home-decorating. Crear un santuario de belleza donde encontrar el descanso merecido de la jornada no es difícil: es suficiente tener una normalísima ducha dotada de mamparas de cristal, agua caliente y algunas gotas de aceite esencial.
Es muy importante, antes de empezar, crear la atmósfera adecuada para relajarse a fondo: la luz justa, la música de fondo y la temperatura del ambiente. Igual de importante es la fragancia que impregnará el cuarto de baño, y que puede conseguirse utilizando aceites esenciales que desprenden todo su aroma al entrar en contacto con el vapor y el agua caliente. Una jofaina de cerámica, una esponja grande vegetal y un suave albornoz limpio para envolvernos al final de la sesión, completan el kit de la spa perfecta en casa. Programe su primera sesión durante el fin de semana, así podrá hacer las cosas con calma y dedicarse a organizar todos los detalles. Coloque en varias zonas del cuarto de baño velas no perfumadas. Ponga la toalla o albornoz en un calentador de toallas o sobre el radiador, para mantenerlos calientes. Prepare una alfombrilla de esponja fuera de la ducha, para cuando salga de la misma. Ahora, antes de quitarse la ropa, ponga una música de fondo relajante, apague las luces eléctricas, corra las cortinas (un poco de oscuridad ayuda a la atmósfera) y abra el agua caliente de la ducha, dejando que corra para crear vapor (mantenga cerrada la mampara de cristal).
Ponga en la jofaina de cerámica un poco de agua caliente y añada algunas gotas de aceite esencial con la fragancia que más le guste. Colóquela en la ducha en un rincón lejos del chorro directo del agua. El agua caliente desprenderá sus beneficiosos vapores, invadiendo todo el ambiente. Desnúdese, entre en la ducha y aplíquese por todo el cuerpo un aceite natural de almendras dulces, como Olio di Mandorle de Vittoria Verde. Después, use la esponja vegetal para frotarse el cuerpo con el agua caliente, procediendo con masajes circulares por el mismo. Permanezca debajo del chorro de agua caliente todo el tiempo que desee (puede comprar un pequeño taburete para sentarse y aumentar el relax de estos momentos). Respire a pleno pulmón el vapor saturado de aceites esenciales – será como hacer un gigantesco aerosol. Elija el limón si desea eliminar las toxinas. El eucalipto para abrir las vías respiratorias. El patchouli para estar mejor consigo misma (evite los aceites durante el embarazo).
Una vez finalizada la ducha, puede lavarse los cabellos con su champú habitual y el cuerpo con un detergente neutro, como el Sapone vegetale al karitè extra dolce de Vittoria Verde. Al final de su sesión regeneradora envuélvase en una toalla caliente y con olor a ropa limpia, y beba un vaso grande de agua calentado en el fuego con un cuarto de limón ligeramente exprimido (sirve para limpiar el organismo y eliminar las toxinas de la mente).
Para poder disfrutar de su spa privada en perfecto estado, cada vez que lo desee, manténgala limpia realizando tres acciones rápidas y eficaces. Una pasada de Limpiador Express Cristales (el spray específico Nuncas para cristales) que limpia y previene la formación de la cal en las mamparas de la ducha y algunas gotas de crema detergente Brax de Nuncas para el plato de la ducha y las paredes. Seque los grifos con un paño suave y limpio y su cuarto de baño brillará como nuevo, ¡además de desprender una agradable fragancia!