Se acabó lo de usar la pulidora o las zapatillas de paño, el suelo de madera sigue siendo uno de los más acogedores para la casa – su rutina de mantenimiento puede ser simple y eficaz aplicando el producto justo con la técnica adecuada. Para tener suelos siempre bonitos como nuevos. La madera es un material vivo, maravillosamente acogedor – que puede ir envejeciendo junto con la casa y los habitantes de la misma, dejando sobre su superficie las señales provocadas por el paso del tiempo exactamente igual como sucede con el rostro. Cálido y seductor al tacto, el suelo de parqué ha ido evolucionando en los últimos cincuenta años, pero no ha perdido para nada su primera posición en el ranking de materiales más valiosos de la casa. Simplemente su limpieza y mantenimiento se han simplificado, gracias a la llegada de productos especializados que se aplican sin esfuerzo y, muy a menudo, sin pulidora. Si posee un suelo de madera en casa, antes de ver cómo hay que limpiarlo es necesario analizar su acabado. Así es, puede estar barnizado, o dejado de forma natural o bien tratado con aceite. Para cada acabado existe una rutina específica de cuidado y belleza, mientras que el lavado diario puede hacerse incluso con un producto único, como Limpiador Parquet, que se usa en cualquier suelo de madera para una limpieza rápida y eficaz. Su fórmula – enriquecida con jabón de coco y sin disolventes – no hace mates los parqués ni elimina el acabado de barnizado ni los tratamientos con aceite o cera de los mismos, manteniendo la hidratación normal de la madera. Úselo diluido en agua según las proporciones indicadas y páselo con un paño suave impregnado pero bien escurrido, para no dejar demasiada agua sobre la superficie. ¿Y el tratamiento de cera? Cualquier suelo de madera necesita ser protegido y aislado en lo posible contra las eventuales manchas y gotas que puedan caer accidentalmente. La cera deberá elegirse en base al tipo de parqué y según el efecto que se desea obtener, brillante o mate. Se pasará cada 3-6 meses y deberá eliminarse con un decapante de cera cada 2 años, para evitar la acumulación y consiguientemente, la aparición de zonas mates.
Si el suelo está barnizado, la madera ha sido protegida con un específico barniz transparente (brillante o mate) y, por tanto, es completamente impermeable al agua. La única precaución que hay que tener es que no se raye el acabado, por lo demás, mantenerlo bonito será muy fácil. Para el cuidado de estos suelos, Nuncas aconseja Emulsion Brillante Parquet, una cera autoabrillantadora estudiada expresamente para proteger y abrillantar todos los parqués barnizados, sin necesidad de pasar la pulidora. Su fórmula delicada protege el barniz del suelo contra el desgaste o las pisadas diarias que puedan rayarlo o hacerlo mate y prolonga la belleza del parqué, preservando su originario esplendor. Es sumamente importante evitar usar detergentes y ceras que contengan disolventes que puedan hacer mate el parqué o disolver el barniz del mismo.
Si el suelo es natural, significa que se ha llevado a cabo la colocación de la madera pero sin barnizar, por lo que la superficie queda áspera, no homogénea y con las vetas a la vista. Es más delicado ya que está expuesto al polvo y a las manchas. En ese caso deberá protegerse sobre todo del agua. El parqué de madera natural deberá nutrirse con aceites específicos similares a la resina original y protegerse superficialmente con ceras que prevengan la absorción de manchas y polvo. La cera justa para este tipo de madera es Livax Legno Naturale o Livax Olio per Teak. El parqué tratado con aceite deberá impregnarse inmediatamente después de la colocación con un producto específico, por ejemplo Livax Olio per Teak. De este modo, la fibra de la madera, aunque esté expuesta, estará menos seca, plena, con un color más llamativo y sano. Las pisadas diarias y la calefacción tienden a consumir el aceite protector, que deberá aplicarse de nuevo de vez en cuando (por ejemplo, una vez al año).
Para proteger mejor la superficie es necesario también crear sobre la misma una barrera de cera que la impermeabilice contra la suciedad y las manchas. Se utilizan solo ceras con una base disolvente que no alteran el tamaño de la fibra de madera sino que, al contrario, contribuyen a nutrirla. Deberán abrillantarse una vez secas para hacer la película homogénea y exaltar la vivacidad de la madera. También este tipo de madera necesita una protección con una cera suave. El resultado mejor es, seguramente, el conseguido con la aplicación de Livax Cera Solida, una película brillante y resistente que protege durante meses y facilita el lavado. Para hacer frente a la dificultad de aplicación de una cera en pasta, Nuncas propone también Livax Legno Naturale, cuya fórmula posee las mismas materias primas pero en versión líquida y, por tanto, ¡es mucho más fácil de aplicar!