El frigorífico es uno de los electrodomésticos que verdaderamente ha cambiado nuestras vidas: nos da la posibilidad de conservar a la temperatura adecuada y sin ningún esfuerzo alimentos distintos, que antiguamente eran difíciles de conservar. Hoy en día usarlo es muy fácil, como abrir una puerta – pero mantenerlo en perfecto estado de limpieza e higiene puede ser más complejo si no se conocen productos y técnicas adecuadas para ello.
El cambio de estación es un momento en el que la limpieza profunda del frigorífico es muy necesaria y Nuncas le ayudará con un producto fácil de usar y completamente seguro. En primavera cambia el tipo de alimento que conservamos, llega más fruta fresca y las ensaladas de estación: productos a los que pueden salir moho si las condiciones higiénicas no son las mejores. Precisamente fruta y verdura (sobre todo si es biológica y cultivada en el campo), huevos y quesos son los primeros vehículos de una posible contaminación y de malos olores – y un poco de simple moho produce microorganismos dañosos para los alimentos y para la salud de su familia. La temperatura del frigorífico ralentiza la proliferación, conservando los alimentos durante más tiempo, ¡pero no acaba con las bacterias! Y si cree que es suficiente un poco de bicarbonato, tiene que saber que higienizar y limpiar son dos conceptos distintos.
Cuando limpie los estantes del frigorífico y ordene los alimentos, deberá usar un producto higienizante que acabe con el moho y las bacterias que desde los alimentos se trasladan a las superficies internas, como pequeñas incrustaciones y manchas de alimentos y gotas que, por error, se han formado y caído, dejándose secar involuntariamente. Nuncas Frigorífico es un spray eficaz completamente innocuo para los alimentos y para la salud. Puede usarlo sin tener que apagar o descongelar el frigorífico, por tanto, es muy útil y práctico.
Para una correcta limpieza, vacíe el frigorífico colocando todo sobre la mesa. Limpie los estantes rociando Nuncas Frigorífico directamente sobre las zonas a limpiar (también paredes y guarniciones, además de la puerta por dentro y por fuera) y pase un paño seco y limpio. Insista en las posibles manchas que pudiera haber. No es necesario enjuagar.
Una vez limpio todo el frigorífico, lo tendrá también desodorizado agradablemente. Controle los productos que ha extraído, elimine aquéllos caducados o en malas condiciones. Cambie las bolsas que se hayan estropeado y aproveche la ocasión para poner delante los botes y envases con una caducidad cercana, así podrá terminarlos antes. Vuelva a poner todo en orden, manteniendo separados los quesos de las carnes, verduras y hortalizas en general. Destine un estante a la leche, yogures y productos lácteos. Ahora ya puede disfrutar de la perfecta organización y el perfumado brillo de su frigorífico: ¡prácticamente como nuevo, en un santiamén! Si lo limpia de vez en cuando, al menos, una vez cada 6 – 8 semanas, protegerá la vida de su electrodoméstico y lo mantendrá en perfecto funcionamiento durante más tiempo, mejorando no sólo la estética, sino también la conservación de los alimentos, ahorrando además en la compra.